Un proyecto presentado el último martes en la legislatura neuquina por los trabajadores de la empresa recuperada Cerámica Neuquén pide que se apruebe la expropiación del predio para asegurar la continuidad de la gestión obrera, que lleva cuatro años en los que se aseguró la continuidad de la fuente laboral de 76 trabajadores. La idea es que el predio sea declarado “de utilidad pública” para evitar incertidumbres como la que se provocó en marzo con el pedido de remate de la fábrica.
La cooperativa Confluencia y el Sindicato Ceramista presentaron un proyecto de ley para expropiar Cerámica Neuquén “bajo control y administración de los trabajadores”. Buscan de este modo asegurar la continuidad de la producción de modo similar a Zanón y Stefani, otras dos empresas del rubro que son administradas por sus trabajadores ante el abandono de los empresarios. En marzo, la amenaza del remate del predio llevó a buscar que se reconozca el derecho de los cooperativistas para asegurar la continuidad de la fuente laboral.
“Queremos mantener nuestro trabajo para poder orientar y organizar la producción al servicio de la comunidad, si se expropia la planta, podremos generar nuevas fuentes de trabajo genuino y darle un sentido social a nuestra empresa”, sostiene Pablo Bunajul, referente de la cooperativa. En los cuatro años al frente de la empresa, los trabajadores han logrado mantener los niveles de producción y la empresa ha resultado rentable. En ese aprendizaje autogestivo tuvo un rol decisivo el asesoramiento de los trabajadores de la cerámica Zanón, recuperada en 2002.
Las empresas recuperadas han sido claves para mantener la actividad ceramista en Neuquén. Gracias a ese movimiento se han logrado mantener 650 puestos de trabajo.