El gobierno boliviano apuesta a profundizar el aumento de ingresos por Turismo con una fuerte campaña estatal de promoción sus comunidades. «La diversidad de recursos turísticos que posee Bolivia coincide con la aparición de un nuevo tipo de viajero que busca vivir experiencias distintas y de contacto cercano con las comunidades rurales”, asegura el titular del ente oficial Boltur (Boliviana de Turismo) José Ricardo Cox. En el último año, 1.200.000 turistas extranjeros visitaron ese país.
La posibilidad de aprovechar las ventajas turísticas que la historia y la geografía de Bolivia permiten para atraer visitantes fue una de las ideas que impulsó el gobierno de Evo Morales desde el comienzo de su gestión. La primera decisión fue fomentar que la esa política este orientada hacia el turismo comunitario, una práctica muy difundida en Latinoamérica que tiene como eje el protagonismo de las comunidades para organizar y promover sus regiones.
Así nació el Proyecto Rutas, en el que el Estado se asoció al Banco de Desarrollo de América Latina para capacitar y ayudar en la organización de la oferta turística en la zona del lago Titicaca. De ese programa participaron unas 500 familias, que también crearon una marca colectiva, Pachamama, para reunir a las artesanas de la región.
Otra iniciativa que surgió fue la Red Tusoco, una empresa comunitaria que organiza viajes en toda Bolivia y está conformada por 22 comunidades campesinas e indígenas, que garantizan la comodidad de los visitantes y la sustentabilidad del entorno, que en los habituales circuitos basados exclusivamente en el lucro es un aspecto que no es tenido en cuenta. La Red Tusoco comenzó con el apoyo financiero de la Unión Europea y es una de los desarrollos turísticos que protagoniza el crecimiento del sector.
Bolivia tiene un centenar de emprendimientos rurales que participan del circuito de turismo comunitario y busca ampliar la clásica oferta de destinos como como el lago Titicaca, Tihuanaco, o el Salar de Uyuni, con nuevos emprendimientos en la región amazónica, un terreno todavía virgen para el turismo.
Además de duplicar la cantidad de visitas al país, los bolivianos consiguieron que entre 2013 y 2017 también se dupliquen los ingresos en ese rubro. La actividad turística de extranjeros que visitaron el país generó 544 millones de dólares en 2013 y llegó a mil millones el año pasado, de acuerdo con los datos del Viceministerio de Turismo. La próxima meta es que hacia 2020 Bolivia vuelva a duplicar la cantidad de visitantes para sumar otros mil millones de dólares a la actividad.
Por todo este trabajo, en 2014 la Organización Mundial del Turismo (OMT), dependiente de las Naciones Unidas, destacó que Bolivia es una de las naciones de la región con mayor nivel de desarrollo del turismo comunitario. El país logró ingresar ese año al grupo de líderes mundiales por el turismo y organizó el Primer Encuentro Internacional de Turismo Comunitario y Social.