La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó un proyecto de la senadora demócrata Kristen Gillibrand y su colega Nydia Velázquez, de la cámara baja, que simplifica el trámite para que una empresa pase a manos de sus trabajadores asociados en cooperativas y obtenga facilidades de crédito para mantener la fuente laboral. El fundamento central de la normativa es apoyar el desarrollo de empleo local, dado que la mayoría de las cooperativas de trabajadores que se forman surgen de pequeñas empresas familiares que cierran por crisis económicas o por el retiro de sus dueños.
La Ley de Propiedad de Empleados, aprobada el 13 de agosto, otorga asistencia crediticia a los trabajadores que decidan gestionar la empresa en la que trabajan asociándose en forma cooperativa. El cálculo de las autoras del proyecto es que los interesados en la autogestión de su fuente laboral, necesitan unos 80 mil dólares en promedio para mantener la empresa en funcionamiento contemplando un tiempo inicial para la organización y la reestructuración.
Si bien la nueva norma no destina fondos públicos extra, facilita la asistencia con préstamos que ofrece la banca cooperativa y apoyos logísticos de entidades como la Small Business Administration y el Centro de Desarrollo de Pequeñas Empresas (SBDC), que capacita a los trabajadores en la transición de empleados a socios.
En declaraciones al sitio Coop News, Nydia Velázquez explicó: «Esta legislación llena una brecha importante, permitiendo que muchas de estas firmas pasen a la propiedad de los empleados, manteniendo los negocios intactos y reteniendo empleos en la comunidad local.»
El fenómeno de las cooperativas de trabajadores en los Estados Unidos tiene orígenes diferentes al de los países latinoamericanos o incluso los europeos que han adoptado esta modalidad laboral. Una parte de las unidades autogestionadas responde a empresas urbanas que entraron en serios problemas financieros, pero la mayoría de las cooperativas se formó a partir de pequeñas unidades familiares o sociedades que actúan en un ámbito local y cierran cuando sus dueños deciden retirarse. Esta situación genera un problema importante, especialmente en comunidades rurales donde resulta difícil reinsertarse laboralmente.
El director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Cooperativas-CLUSA, Doug O’Brien, considera que la nueva legislación es un paso adelante para “apoyar el desarrollo económico local a través de las empresas administradas por sus empleados”.
Si bien las cooperativas de trabajadores son una modalidad reciente y con poco peso en la economía norteamericana, en la última década se duplicaron y se calcula que unas 600 pequeñas empresas pasaron a manos de trabajadores bajo ese tipo asociativo. Esteban Kelly, responsable de la Federación de Cooperativas de Trabajadores de los Estados Unidos, reconoce que gran parte del movimiento actual surgió con la crisis financiera de 2008. “Cuando ocurrió el colapso, hubo necesidad de hacer las cosas de otra manera, la gente acampaba en todo el mundo y decía: ‘El capitalismo es el problema’, entonces empezamos a preguntarnos cuáles son las soluciones y el cooperativismo surgió como una posibilidad”, señaló Kelly, en Coop News.
No es extraño que la mayoría de los trabajadores asociados represente a las minorías más golpeadas por la crisis. Un 42 por ciento es de ascendencia latina, un 20 por ciento de población negra y un 5 por ciento asiáticos.
Para más información:
www.thenews.coop/130862/sector/worker-coops/caused-number-us-worker-co-ops-nearly-double/
https://ncba.coop/about-us/mission-and-values