El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, participó del programa televisivo de Alejandro Fantino y explicó que los argentinos deben sacrificarse para lograr una mejora en su situación socioeconómica. El responsable de la entidad de crédito internacional defendió las políticas del banco y aseguró que se trata de reformas necesarias porque son “evidencia empírica, no ideologías”. Dado que se trata de evidencias, presentamos aquí 20 pruebas, con sus respectivas fuentes, de que el “empirismo” surgido de las experiencias del Banco Mundial aconseja rechazar cualquier consejo que provenga de sus funcionarios.
1.- De los 66 países pobres que recibieron dinero del Banco Mundial por más de 25 años (la mayoría durante más de 30 años), 37 (56%) no están mejor hoy que antes de recibir esos préstamos. De esos 37, 20 (29%) están peor. Otros 17 (26%) están en la misma situación que cuando recibieron los préstamos.
2.- Entre los que sí mejoraron, hay varios casos en los que se puede demostrar que los préstamos del Banco Mundial tuvieron poca incidencia y en otros casos la mejora no implicó que dejen de ser países periféricos.
3.- De 1965 a 1995, Nicaragua recibió más de 637 millones de dólares en ayuda del Banco Mundial. Su producto interno bruto per cápita en 1965, medido en dólares constantes de 1987, era de 1.752 dólares. Hoy es de sólo 875, un 50% menos que antes de que Nicaragua recibiera ayuda.
4.- Níger recibió más de 589 millones de dólares en ayuda del Banco Mundial de 1965 a 1995. Sin embargo, su PIB per cápita se ha reducido en un 54 por ciento, de 605 dólares en 1965 a 280 treinta años después.
5.- Dani Rodrik, profesor de economía política, en la John F. Kennedy School of Government, de la Universidad de Harvard, sostiene: “Según el criterio del Banco Mundial, India y China son naciones globalizadoras porque incrementaron su comercio en forma sustancial. Pero su experiencia (y la de Corea del Sur, Taiwan, Vietnam y tantos otros países) revela que la liberalización profunda del comercio casi nunca coadyuva a fomentar tempranamente un mayor crecimiento y una expansión comercial”.
6.- En mayo de 2014, Faris Hadad Zervos, representante del BM en Bolivia reconoció que fue un error que ese organismo apoyara la política de privatizaciones en los 90.
7.- En septiembre de 2004, el Banco Mundial reconoció que el sistema privado de jubilación “no está funcionando bien” en Latinoamérica. Esa fue una de las condiciones que imponía una década antes a los gobiernos de la región.
8.- En febrero de 1998, el Banco Mundial reconoció que si hubiera actuado a tiempo quizá podría haber suavizado los efectos de la crisis que se desató sobre Indonesia. Este país sufrió el derrumbe de la Bolsa, y su moneda, la rupia, tuvo una devaluación del 80% frente al dólar desde julio del año anterior.El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, reconoció que ignoraba la existencia en Indonesia de excesivos préstamos sin cobertura, el fuerte descenso de la competitividad y la irreal cotización de la rupia respecto del dólar.
9.- Ian Vázquez,Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute, afirma: “Sabemos que un sorprendente número de proyectos del Banco —entre un 20 a un 50 por ciento desde los años noventa— no han sido sostenibles de acuerdo a los criterios del mismo Banco”.
10.- En 2005, el Banco Mundial admite que tuvo responsabilidad en la crisis económica argentina.El economista jefe de la institución para América Latina, Guillermo Perry, reconoció que esos errores en la política de préstamos se dieron «incluso cuando se veía que el régimen cambiario era inestable»
11.- Un estudio de la Cambridge University Press, de 2015 (Mungiu Pippidi, Alina, The quest for good governance) determinó que el Banco Mundial no puede identificar un solo “caso país” en el que las iniciativas que cordinó y financió para fortalecer la gobernanza y los esfuerzos anticorrupción en países en desarrollo haya tenido éxito en el combate a la corrupción entre 2000 y 2015.
12.-Desde fines de la década de 1980, impuso en África políticas educativas orientadas a la educación primaria con el argumento de la mayor ‘tasa de retorno’ para priorizar la inversión pública en este nivel en detrimento de otros niveles educativos, especialmente el universitario y la investigación. En sus documentos oficiales reconoció que ese fue un error y que no debieron apostar a un crecimiento por etapas sino a un plan integral y sistemático en todos los niveles.
José Luis Coraggio y Rosa María Torres, La educación según el Banco Mundial. Un análisis de sus propuestas y métodos, Miño y Dávila/ CEM, Buenos Aires, 1997 (2a. ed., Buenos Aires/ México/ Madrid, 1999).
13.- El director del Banco Mundial en Ghana, Peter Harrold, dijo a los 250 delegados en el foro de la iniciativa de revisión de las Políticas de Ajuste Estructural (SAP) que el Banco Mundial no tuvo en cuenta el impacto económico y social de sus políticas. Admitió que, después de casi dos décadas de implementación, SAP no estaba trayendo los beneficios necesarios a las personas y comunidades que han soportado el peso de las duras recetas.
14.- En agosto de 2002, Mamphela Ramphele, directora gerente del BM en África, reconoció que esa entidad “está buscando activamente formas de aprender de los errores del pasado». También aceptó que los consejos dados por el Banco Mundial y el FMI pueden, a veces, haber sido «equivocados».
15.- Recientemente el Banco publicó dos auditorías internas que revelan su fracaso para evaluar, monitorear y mitigar los millones de casos de personas que fueron desplazadas de sus casas y comunidades y reasentadas para la realización de proyectos financiados por el Banco Mundial en las últimas dos décadas. En la última década, los proyectos financiados por el Banco Mundial han desplazado físicamente o económicamente a unos 3,4 millones de personas, obligándolos a abandonar sus hogares, a tomar sus tierras o a dañar sus medios de subsistencia.
16.- En la investigación de Rich, Bruce. Foreclosing the Future? The World Bank and the Politics of Environmental Destruction, figura un detalle de irregularidades del Banco Mundial en los siguientes proyectos que financió: la represa de Yacyretá (Paraguay y Argentina), el oleoducto Chad-Camerún, la represa de Bujagali (Uganda), la represa de Nam Theun II (Laos), las minas de oro Yanacocha y Marlin (Perú y Guatemala) y los proyectos forestales en la República Democrática del Congo y Camboya. En todos hubo una deficiente implementación de las salvaguardias sociales y medioambientales.
17.- A pesar de las evidencias de trabajo forzado y trabajo infantil en la producción de algodón en Uzbekistán, el Banco Mundial financia proyectos agrícolas por 500 millones de dólares en ese país. Hay una cláusula de suspensión del crédito si se comprobara trabajo infantil, pero pese a las denuncias y pruebas, la entidad sigue adelante con el proyecto.
18.- En abril de 2015, la CFI, brazo financiero del BM, fue acusada en la justicia por la destrucción de los medios de vida y propiedad y amenazas a la salud causadas por la central térmica de energía Tata Mundra (India). A pesar de conocer esos riesgos, la CFI aprobó un préstamo de 450 millones de dólares, que permitió la construcción del proyecto y dio al organismo dependiente del BM una inmensa influencia sobre el diseño y operación del proyecto. La planta ha destruido el ambiente marino local, las poblaciones de peces de las que dependen los pescadores, y las fuentes vitales de agua utilizada para beber y riego.
19.- En abril de 2006, el Banco Mundial fue acusado de publicar cifras falsas y gastar dinero en medicinas poco efectivas en su programa de combate al paludismo o malaria en África. El periódico inglés The Lancet aseguró que el banco alteró sus cifras para hacer creer que su programa era exitoso.Además, habría financiado tratamientos obsoletos. en contra de lo que le indicaron los expertos. Los reclamos contra el Banco, de parte de 13 expertos en salud pública de varios países, están centrados en sus compromisos financieros con África y la India.Los investigadores acusaron al BM de fracaso en su intento por revertir el «abandono histórico» a la que se ha sometido la batalla contra el paludismo.
20.- En abril de 1998, durante la Cumbre de las Américas James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, admitió que el apoyo prestado por el Banco al proyecto Hidroeléctrico Pangue en la cuenca del Bio Bio, en Chile, había sido un error. Wolfensohn dijo que el Banco Mundial había hecho un «mal trabajo» durante la evaluación del impacto ambiental del referido proyecto, teniendo en cuenta que los indígenas Pehuenche, que habitan el área, no habían sido consultados.