Mientras la red de energía convencional deja sin suministro a miles de argentinos en medio de los calores estivales, los alemanes recibieron en Navidad el incentivo para consumir más energía y aprovechar el excedente que generaron ese día las centrales eólicas y solares. Las estadísticas oficiales indican que el fenómeno se repitió 100 veces en Alemania a lo largo de 2017. La situación es similar en otros países europeos que han desarrollado las renovables como Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia. Las ventajas de una energía limpia y que devuelve a los usuarios el manejo de la energía que se consume.
En épocas en que la demanda de electricidad es baja, como los fines de semana cuando las fábricas principales están cerradas, o cuando el clima es inusualmente soleado, las centrales eléctricas alemanas generan más electricidad en la red de lo que realmente necesitan los consumidores. En el sistema mixto que convive en Alemania, hay días en los que los sistemas renovables llegan a cubrir el 85 por ciento de las necesidades energéticas del país.
El fenómeno se produce desde que ese país decidió una fuerte inversión de 200 mil millones de dólares para cambiar la dependencia de combustibles fósiles por energía eólica y solar, que multiplican la generación cuando el clima es ventoso o soleado. El exceso de energía que se verifica en esas circunstancias es difícil de almacenar porque todavía no se han desarrollado sistemas capaces de guardar ese excedente que depende fundamentalmente del clima.
Las redes eléctricas tradicionales, que dependen principalmente de los combustibles fósiles para generar electricidad, están diseñadas para que la producción coincida con la demanda. Pero la tecnología de energía renovable aún no se ha desarrollado para producir según la demanda, ya que la generación depende del clima. Situaciones como esta han permitido que Dinamarca pueda exportar energía a países vecinos cuando se produce el excedente.
La curiosa medida de bajar el costo del servicio eléctrico es una muestra de la desconcentración monopólica que permiten los sistemas energéticos renovables. El uso del viento y el sol como generadores permite que la capacidad de producir esté al alcance de toda la comunidad, sin depender de grandes estructuras que encarecen el suministro y aíslan a los ciudadanos de las decisiones en materia energética.
En la Argentina, las cooperativas de servicios públicos del todo el país podrían ser las impulsoras del cambio energético para que los usuarios también puedan ser productores de pequeña escala en redes formadas por instalaciones domiciliarias, redes públicas y pequeñas redes privadas.
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www.oilprice.com/Energy/Energy-General/Why-Germans-Are-Being-Paid-To-Use-Power.html