El ex precandidato presidencial por el Partido Demócrata, Bernie Sanders, junto a otros tres senadores de su partido, presentó dos proyectos destinados a fomentar que los trabajadores asuman la gestión de las empresas. En la presentación, Sanders fundamenta sus presentaciones en una investigación de la Universidad de Rutgers, que indica que cuando las empresas están en manos de los empleados “la productividad es un 4 por ciento mayor, la rentabilidad crece un 2 por ciento y las ganancias están un 14 por ciento por encima del promedio”.
Los Estados Unidos tienen 10 mil empresas administradas por sus trabajadores. 10 millones de personas trabajan bajo esa modalidad. El senador Sanders propone una ley que proporcione 45 millones de dólares en fondos para los organismos estatales que capacitan y dan apoyo técnico a los programas que promueven las empresas autogestionadas por sus trabajadores.
Estos centros estatales sin fines de lucro proporcionan asesoramiento a propietarios que quieren vender sus negocios a los empleados, grupos de trabajadores interesados en comprar empresas y empresarios que quieran crear empresas de propiedad compartida.
El otro proyecto complementario que presentó Sanders establece la creación de un banco para los trabajadores que quieran gestionar sus propias empresas. Con un capital inicial de 500 millones de dólares, la entidad financiera otorgaría créditos a muy bajo interés para trabajadores que quieran adquirir empresas por compra de acciones para empleados (llamadas ESOP) o en forma cooperativa.
“Con la ampliación de la propiedad y la participación de los empleados, podemos crear empresas más fuertes en todo este país, evitar la destrucción de empleo y mejorar las condiciones de trabajo de los empleados de la lucha. En pocas palabras, cuando los empleados tienen una participación en su compañía, no van a enviar sus propios puestos de trabajo a China para aumentar sus beneficios, que serán más productivos, y van a ganarse mejor la vida”, explicó Sanders en la presentación de sus proyectos.
“Desde aproximadamente 1980, nuestra economía ha crecido, pero el 10 por ciento de los estadounidenses han tomado todas las ganancias, sin dejar nada para nadie más. Eso no es un campo de juego nivelado, es un sistema amañado. Dar a los trabajadores un asiento en la mesa y una parte equitativa de los beneficios que ayudan a producir es una manera de nivelar el campo de juego y dar a los trabajadores estadounidenses la oportunidad de crear una economía que funcione para todos “, dijo la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, otra de las firmantes de los proyectos.
El estado de Vermont, donde surgió la figura de Bernie Sanders, lidera la estadística de empresas gestionadas por sus trabajadores. La idea de desarrollar el sector de empresas autogestionadas ya había sido presentada por el ex precandidato presidencial en 2014, cuando definió al sistema como “uno de los modelos económicos que pueden ayudar a la clase media”.
Si bien las posibilidades de que este tipo de proyectos prospere en el Congreso estadounidense son prácticamente nulas en la actualidad, es una clara muestra de que la idea de fomentar el trabajo independiente con apoyo del Estado es apoyada por un sector de esa sociedad y responde a una realidad que involucra a más del 6 por ciento de los trabajadores de ese país.
Sanders no es un actor menor en la política norteamericana. En la campaña presidencial de 2016, fue el precandidato que obtuvo la mayor cantidad de donaciones individuales, superando a Donald Trump y Hillary Clinton. En su participación en las internas demócratas, obtuvo el 39 por ciento de los votos.
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