El pasado 5 de abril, el gobierno español aprobó el Real decreto que establece las condiciones administrativas y técnicas del autoconsumo de energía, una renovación del sistema energético que rompe las barreras que impedían la creación de comunidades de consumidores con capacidad para almacenar, producir y vender el excedente. De esta forma, a medida que las energías renovables vayan suplantando al sistema convencional, los españoles tendrán energía más barata, al mismo tiempo que reducirán la contaminación ambiental.
El nuevo modelo energético aprobado cambia el paradigma del usuario pasivo, que debe limitarse a ser un mero comprador de energía a terceros. Para impulsar el cambio, el decreto gubernamental alienta a que los ayuntamientos y otros niveles estatales ayuden mediante créditos y planes específicos a acelerar una transformación que esperan se produzca antes de 2030.
El director general de la Unión Española Fotovoltaica, José Donoso, explicó que el autoconsumo “no solo significa energía limpia, también es energía más barata, apoyo a la competitividad de las empresas y creación de empleo y crecimiento económico“. Asimismo, calificó el autoconsumo como una de las formas para que los ciudadanos y empresas “pueden mostrar su compromiso en la lucha contra el cambio climático“.
Entre las medidas más importantes para fomentar la nueva estrategia energética, se encuentran la eliminación de impuestos como el “impuesto al sol” que durante siete años frenó el desarrollo de las renovables. También elimina trámites burocráticos y posibilita verter la energía excedente a la red. Los dispositivos fotovoltaicos podrán ahora instalarse no solo en casas, sino también en edificios mediante un acuerdo de los consorcios de vecinos.
Según estima una nota de eldiario.es, la instalación de paneles tiene un costo de entre 600 y 800 euros por metro cuadrado, lo cual puede redundar en que una instalación hogareña requiera una inversión de entre 2.000 y 10.000 euros. La cantidad de energía generada y autoconsumida, así como el posible excedente para verter en la red, son proporcionales a esa inversión inicial.
El autoconsumo energético permite reducir en un 25-30 % la factura de electricidad. Y el costo general de la instalación se amortiza en unos 7 u 8 años.