El estado norteamericano de Maine aprobó en junio una Ley de Soberanía Alimentaria que a partir de noviembre permitirá a los pequeños productores la venta de sus productos sin regulaciones ni licencias estatales. La medida busca aliviar el peso legislativo sobre pequeñas unidades productivas y recuperar las tradiciones locales de venta de alimentos en vecindarios, transacciones basadas en la confianza y en las que el lucro es un componente secundario.
Una de los principales obstáculos para los pequeños productores en todo el mundo es que las legislaciones nacionales de alimentos les impiden comercializar su producción porque tienen exigencias generales que aplican tanto para una corporación como para un emprendimiento familiar. El estado norteamericano de Maine aprobó una ley que busca superar esa dificultad y fomentar la comercialización de leche, carnes, comidas caseras y otros alimentos de pequeños productores que no pueden cumplir con las disposiciones nacionales excesivas para su escala de negocios.
Según las leyes de seguridad alimentaria hasta ahora vigentes en Maine, cualquier persona que quiera criar y vender carne, como carne de res, corderos, cerdo o cabras, debe sacrificar y procesar a los animales en una instalación certificada por el Estado. Muchos pequeños productores deben llevar su ganado a largas distancias, un costo imposible para unidades de producción familiares.
En el caso de los productos lácteos, leche, queso o yogures, por ejemplo, los productores deben invertir grandes cantidades de dinero para construir su propia instalación aprobada por el Estado o gastar dinero contratando producción. Este proceso que margina a los productores locales va en contra de la tradición que hasta hace algunas décadas caracterizaba la relación entre consumidores y productores locales, que se daba naturalmente a partir de la confianza en los productos frescos que se ofrecían.
La lógica de los grupos que pelearon por esta legislación es sencilla y contundente. «Creemos que las transacciones cara a cara con los vecinos son seguras y beneficiosas para ambas partes. Te conocen, los conoces y, francamente, envenenar a tus vecinos es un muy mal plan de negocios», explicó Betsy Garrold, directora ejecutiva de Food for Maine’s Future al diario Bangor Daily News.
«Esta ley no tiene la intención de crear un mercado minorista que eluda las reglas de seguridad alimentaria», dijo Richard Loring King, abogado de soberanía alimentaria de Maine, al sitio web NewFoodEconomy.com. «Se trata de rejuvenecer las comidas tradicionales locales donde las comunidades se proveen a sí mismas en una atmósfera de confianza, en el caso de quienes venden carne o leche, las leyes actuales son tan estrictas que los dejan totalmente fuera de la posibilidad de vender».
Maine no es el único estado en el que están empezando a revisar estas barreras comerciales para los pequeños productores. California acaba de aprobar una ley que facilita la venta de comidas caseras, un medio de vida para muchos inmigrantes en esa región. Ese estado tiene además un registro de pequeños agricultores locales certificados a quienes se les ofrece apoyo para la comercialización de sus productos.
Entre los factores que llevan a tomar este tipo de medidas -que en el caso de Maine están respaldadas por el propio gobernador, Paul LaPage- figura la difícil situación que atraviesan los pequeños productores locales, pero también el crecimiento de una corriente de opinión que reivindica el derecho a una comida sana y fresca.
Las ventas de alimentos locales en los Estados Unidos crecieron de 5 mil millones a 12 mil millones de dólares entre 2008 y 2014, según la consultora de la industria alimentaria Packaged Facts. El mismo estudio predijo que las ventas locales de alimentos subirán a 20 mil millones en 2019, superando el crecimiento de las ventas totales de alimentos y bebidas del país.
Acompañando este proceso, cerca de 8.500 mercados de agricultores surgieron en todo Estados Unidos, un aumento de más del 380 por ciento en 20 años. Los consumidores buscan cada vez con más frecuencia prácticas de agricultura sostenible que mejoran los ingresos de los agricultores familiares a cambio de un mayor acceso a alimentos saludables.
El texto de la ley de Maine y los documentos que la fundamentan puede consultarse aquí (en inglés):
http://legislature.maine.gov/LawMakerWeb/summary.asp?ID=280063572