A partir de octubre, los argentinos que no paguen un abono de 500 pesos mensuales (28 dólares), además del pago básico del sistema de cable de 630 pesos (35 dólares) no podrán ver los partidos del campeonato de fútbol de primera división. Frente a esta restricción económica que deja fuera de las transmisiones a decenas de miles de simpatizantes de los equipos, el Instituto para la Producción Popular (IPP) y el sistema de distribución de alimentos que acerca a pequeños productores y consumidores, Más Cerca es Más Justo, impulsan la idea de convocar a organizaciones populares para que en sus locales se organicen reuniones populares para ver los partidos de forma gratuita.
Desde 2009, las transmisiones de los partidos de fútbol argentino fueron estatizadas y todos podían seguir a su equipo favorito por televisión abierta. El gobierno de Mauricio Macri decidió privatizar el sistema y desde octubre habrá que pagar para acceder a las transmisiones. Como respuesta a esa resolución que restringe la posibilidad de disfrutar del deporte más popular de la Argentina, el Instituto para la Producción Popular convocó a centros comunitarios y organizaciones sociales, políticas y culturales a abrir sus puertas para generar tribunas populares de televidentes que reúnan a la comunidad para disfrutar de este acontecimiento cultural sin fines de lucro.
El sistema propuesto prevé que la organización que quiera participar en cualquier punto del país se suscriba legalmente al sistema para poder ofrecer las transmisiones del mismo modo que lo hacen, con un sentido comercial, los bares. Cada lugar que decida sumarse a la convocatoria comunitaria establece el mecanismo que le resulte más conveniente para organizarse y Más Cerca del Fútbol le brinda la posibilidad de difundir la actividad y ubicarla en un mapa de su página de Facebook (www.facebook.com/MCdelF/), donde los interesados puedan saber en qué centros de su zona se realizan las transmisiones.
El fútbol, un ámbito de encuentro popular hasta hace pocas décadas, está cada vez más lejos de los simpatizantes. A partir de octubre, quien no este suscripto y pague el “pack fútbol” (300 pesos) más la conexión HD (Otros 200, además de los 638 de base para estar adherido al sistema de cable) no podrá ver los partidos de su equipo. Entrar a una cancha cuesta 250 pesos más un bono adicional y sólo pueden hacerlo los locales porque con la irrupción del lucro también llegaron las barras bravas, asociadas al negocio, que ensombrecieron el espectáculo.
1 comentario. Dejar nuevo
Excelente. Espero que los que podemos pagar para ver fútbol, no lo hagamos. Que actuemos con dignidad y solidaridad. Hay que adherir a estos métodos comunitarios, tener conciencia social y no contribuir a las políticas privatizadoras que producen exclusión.