El senador demócrata Josh Green presentó un proyecto de ley que propone que se reconozca que la falta de vivienda genera enfermedades y que el remedio para los sin techo es que el Estado les facilite el acceso a una casa, en lugar de paliar transitoriamente esas situaciones con la atención médica recurrente en hospitales. Según su análisis, solucionar esa necesidad básica resulta más rentable y más humano.
El senador demócrata Josh Green es un médico especializado en emergencias que ha atendido a cientos de homeless en hospitales de Hawaii. Esa experiencia le sirvió para notar que las personas sin techo se atienden con mucha frecuencia a causa de enfermedades vinculadas con la falta de una vivienda.
Para remediar esta situación límite, Green presentó un proyecto de ley que busca relacionar la falta de vivienda con la falta de salud. En los fundamentos, el proyecto establece que cuando los médicos del plan de salud oficial atiendan a un homless evalúen si las enfermedades que los aquejan no tienen una relación directa con su situación de desamparo y puedan en esos casos recetarles una casa para que se presenten ante las autoridades reclamando que se le solucione el problema que le genera las enfermedades
Esa certificación médica sería girada al Departamento de Servicios Humanos y a las aseguradoras de Salud para que comprueben que el paciente califica para un programa especial de vivienda que atienda su demanda. Según calcula Green, ese mecanismo le ahorraría al estado hawaiano unos 318 millones de dólares anuales.
“En Hawaii tenemos un grupo de personas crónicamente sin hogar que sufren terriblemente con la pobreza, la enfermedad mental y la adicción a las drogas. Al tratar a las personas sin hogar como una condición médica, esperamos poder utilizar los recursos de MedicAid (el servicio sanitario público de EEUU) para mejorar sus vidas y su salud”, explicó Green, en una entrevista publicada en el diario La Información.
Muchos de estos homeless gastan más de 100.000 dólares al año en asistencia de salud pública, un monto suficiente como para solucionar su falta de hogar y ahorrar gran parte de los gastos que demanda su atención médica permanente. El cálculo de Green es que hay unas 1.300 personas que requieren una urgente atención y este proyecto ayudaría a agilizar esa ayuda.
Que el lugar desde donde parte esta curiosa propuesta sea Hawaii no es casual. El 18 por ciento de los habitantes de esa isla tiene problemas de vivienda, el índice de déficit habitacional más alto de los Estados Unidos. El mercado inmobiliario hawaiano deja fuera de la posibilidad de un hogar propio a 19 mil ciudadanos y sin la intervención estatal no parece posible mejorar esa situación. De hecho, este problema subsiste pese a que en 2015 se declaró la emergencia habitacional en la isla.
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