Hace ocho años, Salcedo Muebles era una empresa quebrada que dejaba en la calle a 52 trabajadores. La decisión de los empleados sumada al apoyo de la Asociación de Empresas de la Economía Social de Navarra (Anel), permitieron recuperar la actividad formando una cooperativa con un plan de negocios que en los últimos cinco años les ha permitido sumar nuevos socios y expandir sus actividades de forma exitosa. ¿Cómo lo hicieron?
En diciembre de 2010, Salcedo Muebles, una empresa que había sido fundada en 1924, se presentó en convocatoria de acreedores. Pese a que era una firma tradicional en Navarra, no pudo resistir la contracción del mercado interno español tras la crisis internacional de 2008-2009. Sus trabajadores buscaron entonces la forma de continuar con la fábrica de manera autogestiva.
Para lograrlo, decidieron invertir el millón de euros que sumaban sus indemnizaciones y pidieron la ayuda de Anel, una asociación de empresas de la economía social de Navarra con 192 asociados, que ayuda a crear nuevas cooperativas mediante fondos propios y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Anel encargó un estudio de factibilidad a una consultora y en 2012 los trabajadores de Salcedo pudieron reabrir la empresa, que recibió el préstamo de otro millón y medio de euros, con avales del Gobierno de Navarra. La mayor parte de ese dinero fue destinada a la mejora tecnológica de la planta.
La cooperativa también recibió el respaldo para iniciar un proceso de búsqueda de mercados en el exterior, un proceso que le permite en la actualidad exportar el 20 por ciento de su producción a Francia, Bélgica y Portugal.
La expansión de las actividades les ha permitido ampliar su planta original de 52 a 74 trabajadores. Una parte de esas nuevas fuentes laborales surge de un convenio con el gobierno de Navarra para capacitar a desempleados de la zona que luego son incorporados a la empresa.
Además de crecer al punto de duplicar su facturación entre 2012 y 2017, la cooperativa busca cumplir con un propósito social. Entre las actividades que atienden esa necesidad está la de utilizar madera reciclada para su producción y proporcionar muebles para “hogares de personas en riesgo de exclusión”, tal como califican en España a las barriadas marginales.