La isla de Torba, ubicada en la República de Vanuatu, en el Pacífico Sur, impide desde marzo la importación de alimentos industrializados y promueve su reemplazo por la gran variedad de productos locales que fueron desplazados del consumo por el ingreso de la comida chatarra al mercado. La medida es acompañada por un plan de desarrollo de los pequeños productores isleños y se propone declarar a ese territorio como la primera provincia orgánica en 2020.
Los 10 mil habitantes de Torba se han convertido en el laboratorio social de una experiencia inédita que busca confrontar con la poderosa industria alimenticia global. Las autoridades de la pequeña isla, que forma parte del archipiélago de la República de Vanuatu, se preocuparon al ver el incremento de casos de diabetes y otros problemas derivados del exceso de azúcar, almidones y grasas causados por alimentos que comenzaron a ingresar a la zona hace décadas y modificaron los hábitos alimentarios de los pobladores.
El líder de la comunidad y jefe el Consejo de Turismo, Luc Dini, explicó al diario inglés The Guardian las razones de la medida: «Es fácil hervir fideos o arroz, pero casi no tienen ningún valor nutricional y no hay necesidad de comer alimentos importados cuando tenemos tanta comida local cultivada orgánicamente en nuestras islas. Aquí hay abundancia de alimentos locales para mantener a la población, incluidos peces, cangrejos, mariscos, taro, ñame, pata y piña”.
Torba se había mantenido fuera de estos problemas por su aislamiento, pero en los últimos años el ingreso de comida chatarra se incrementó y la llegada de dulces, galletitas, conservas y arroz empezaron a generar problemas. «Somos la provincia más aislada de Vanuatu y hasta ahora nuestra salud se ha mantenido bastante buena debido a eso, pero queremos continuar siendo saludables. En otras provincias que han adoptado dietas occidentales se ven chicas muy jóvenes, pero cuando sonríen tienen los dientes podridos, porque el azúcar les ha roto los dientes. No queremos que eso suceda aquí y no queremos desarrollar las enfermedades que vienen con una dieta occidental de comida chatarra», afirma Dini.
En esta primera etapa, la prohibición no es total. Los organismos estatales y los establecimientos turísticos sí tendrán que servir exclusivamente alimentos locales. La medida viene acompañada por un plan para incentivar la producción de cultivos orgánicos que remplacen totalmente a la comida importada.
La prevención tiene su razón de ser también en las estadísticas. La zona insular del Pacífico Sur es una de las más afectadas en el mundo por el problema de la obesidad. Un informe de Vanatu sobre nutrición y alimentación segura en sus islas, publicado en 2015 por la FAO, señala: “Las dietas poco saludables se asocian con enfermedades causadas por el estilo de vida como la diabetes, enfermedades del corazón, algunos cánceres y presión arterial alta. Se ha demostrado que comer frutas y verduras mejora los resultados de salud Sin embargo, los resultados 2011 de Vanuatu mostraron que el 61.8% de los adultos no come suficientes frutas y verduras. Además, casi el 20% (18.8%) de los adultos son obesos (IMC ≥ 30 kg / m2), 28.6% tiene presión arterial alta y el 21.2% tiene diabetes”.
“Los alimentos que las personas comen afectan su salud para bien o para mal. El estado de salud y nutrición son prerrequisitos importantes para el desarrollo nacional, ya que las personas sanas son personas productivas. Es esencial que las personas no solo tengan acceso a suficiente comida, sino que también la comida debe ser nutritiva”.
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